El empresario Íñigo Onieva fue visto en un video besando a otra mujer, lo que llevó a los detectives en línea a investigar las circunstancias.
Los PRODUCTORES de los muchos programas de televisión y revistas de chismes de España deben haberse frotado las manos alegremente este fin de semana, ya que uno de los mayores escándalos de celebridades de los últimos tiempos se desarrolló ante sus propios ojos en las redes sociales.
La protagonista principal de este asunto tan público fue Tamara Falcó, quien es la Sexta Marquesa de Griñón, y por lo tanto una aristócrata, además de una personalidad de la televisión: Netflix estrenó recientemente un reality basado en su vida titulado “Lady Tamara”.
Apenas la semana pasada, Falcó, de 40 años, anunció públicamente que estaba comprometida con Íñigo Onieva, diseñador y empresario con intereses en la vida nocturna, y con quien mantiene una relación sentimental desde hace dos años. El anuncio lo hizo el 22 de septiembre a través de la cuenta de Instagram de Falcó, a través de la cual dijo que era “la mujer más afortunada del mundo” gracias a su relación.
Pero para el fin de semana esa imagen aparentemente idílica estaba empezando a desmoronarse. Solo un día después, un video comenzó a circular en las redes sociales aparentemente mostrando a Onieva besando a otra mujer en un festival de música. El empresario se vio obligado a realizar un comunicado en el que aseguró que las imágenes eran de 2019, “antes de que nos conociéramos”. “Estoy locamente enamorado de Tamara y nos vamos a casar sin importar lo que digan los demás”, dijo a los periodistas.
Sin embargo, para el sábado, Falcó había borrado la imagen de Instagram que había publicado para anunciar el compromiso, y tanto los detectives en línea como en la televisión estaban estudiando detenidamente la breve imagen de Onieva besando a la mujer para ver si estaba diciendo la verdad.
Primero identificaron a la mujer a la que besaba, que es una modelo que vive en Nueva York y que publicó una serie de fotos de su paso por el festival Burning Man en el estado estadounidense de Nevada, hace apenas unas semanas. En uno de sus videos, Onieva está presente.
Además, ninguna de las publicaciones anteriores de Onieva en las redes sociales lo mostraba con la misma ropa que tenía puesta en el video incriminatorio. Y un programa de Telecinco, Ya es veranoIncluso llegó a identificar la canción que suena de fondo en el video, que no se lanzó hasta abril de este año.
Al final, Onieva se vio obligada a confesar y publicó el domingo una historia de Instagram en la que lamentaba su “actitud inaceptable” y pedía disculpas a Falcó y su familia (es hija del ahora fallecido aristócrata Carlos Falco y de la socialité filipina Isabel Preysler).
También pidió que las imágenes ya no se compartan ni difundan, y que “no se publique más información que esté afectando nuestra privacidad”.
Dado el interés que la historia ha generado no solo en línea sino también en la prensa de chismes de España, es probable que sea más fácil decirlo que hacerlo.
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