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El ciberataque al Hospital Clínic de Barcelona, desde dentro: “Ha sido como hacer un viaje en el tiempo” | Tecnología

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El Hospital Clínic ha vuelto a las recetas en boli y a papel. Y a los quebraderos de cabeza en la farmacia hospitalaria para entender la letra del médico. Y a las colas a las puertas del laboratorio en busca de los resultados de las analíticas. El ciberataque que el pasado domingo dejó inutilizado todo su sistema informático ha puesto patas arriba la operativa asistencial del hospital de referencia para 540.000 barceloneses: se han dejado de hacer 4.000 analíticas, 11.000 consultas externas y más de 300 intervenciones. Y mientras las pesquisas policiales siguen su curso —los ciberdelincuentes piden 4,5 millones de dólares para liberar los datos— y los técnicos intentan restablecer el sistema, los sanitarios han tirado de procesos rudimentarios y técnicas de trabajo analógicas para salvar la mayor actividad asistencial posible: la pericia —y la memoria— de los séniors, volviendo a dinámicas laborales de sus tiempos mozos, se ha impuesto por necesidad ante la incrédula mirada de los más jóvenes. “Ha sido como hacer un viaje en el tiempo”, comenta Ana Alonso, coordinadora asistencial de Patología del Hígado, mientras guarda papeles y más papeles en un pequeño archivador.

El ciberataque fue madrugador, recuerda Antoni Castells, director médico del centro. Casi que los sacó de la cama. Pasaban pocos minutos de las ocho y media de la mañana del domingo cuando el responsable de guardia lanzó la primera alarma: se había caído el sistema. No podía acceder al SAP, que es como “el Excel del hospital”, en palabras de Castells, donde se guarda toda la actividad asistencial. Los técnicos se pusieron a buscar el fallo y no tardaron en barruntar lo peor, rememora David Vidal, director de Sistemas de Información del centro: “Un técnico me dice: ‘Tengo cinco contraseñas de los servidores, he probado y no me funciona ninguna’. Por intuición, eso ya me olía a un ciberataque”. Pasadas las 11 de la mañana, el centro comunicó el incidente a la Agencia Catalana de Ciberseguridad y se puso en marcha el gabinete de crisis. El Clínic no podía pararse.

El domingo estaba relativamente salvado porque la actividad es limitada y el hospital disponía de una especie de plan de contingencia que permite a los profesionales tener acceso a datos básicos de los pacientes para continuar trabajando: en unos ordenadores concretos, tenían información descargada, básicamente de tratamientos, que se podía imprimir y trabajar sobre ella. A mano, claro.

El gran problema era el lunes. Y el martes. Y el miércoles… El volumen de actividad entre semana, con visitas al especialista, pruebas e intervenciones, es mucho mayor que un domingo y el hospital tenía su sistema en negro. Por no saber, no sabía ni a quién tenía citado ni cómo comunicarse con los pacientes, enfatiza Castells: “Estábamos totalmente incomunicados, no teníamos acceso a la historia del paciente, ni a su teléfono ni a su correo electrónico para poder avisar. Tampoco teníamos intranet y no podías hacer circular ningún tipo de información del plan de contingencia”.

El ransomware (contracción de los términos ingleses ransom, rescate, y software, programa informático) es un tipo de ciberataque que encripta los datos de un sistema para luego solicitar un rescate a cambio de liberarlos. La recomendación de las autoridades, como ha dicho la Generalitat, es no pagar. Entre otras cosas, porque no hay garantías de que eso vaya a servir de algo. El vector de ataque más utilizado es el correo electrónico, habitualmente en forma de falsas facturas o entregas de paquetes que parecen proceder de fuentes de confianza (phishing) y que contienen un enlace o archivo adjunto. Si la víctima pincha en él, descargará todo el código malicioso y el equipo quedará infectado, por muchos sistemas de protección y antivirus que se tengan. Otra forma habitual de colar el software problemático en los equipos es aprovecharse de que, a menudo, los ordenadores están desactualizados y, por tanto, no incorporan parches a los últimos agujeros de seguridad detectados. Los ciberdelincuentes saben cómo explotar esas brechas e introducen por ellas su código de secuestro.

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Entre la rabia, la frustración y el cabreo, admiten los presentes en esas primeras horas de incertidumbre tras el ciberataque, la cúpula directiva del hospital empezó a trazar el plan de actuación. La seguridad de los pacientes era lo primero y había que rebajar la presión asistencial en el centro, sobre todo a través de las urgencias. Castells hizo un grupo de Whatsapp con los directores de los principales hospitales de Barcelona y el Sistema de Emergencias Médicas para coordinar el desvío de los pacientes más graves susceptibles de llegar al Clínic, como los de códigos ictus e infarto (circuitos de intervención rápida para esta clase de enfermos). Mientras, Gemma Martínez, directora de Enfermería, recorría las unidades de cuidados intensivos para garantizar el funcionamiento: “Cada paciente tiene su monitor y había uno central que lo recogía todo. Si están conectados por cable, llega la información, pero si van por wifi, no. Lo que hizo el personal de enfermería fue distribuirse por los boxes personalmente” para asegurar el control de los pacientes críticos, explica.

También revisaron los dispositivos de las salas de operaciones y las técnicas quirúrgicas que se podía hacer con el sistema caído y vieron si era factible mantener el lunes la actividad del hospital de día y de algunas pruebas, como las endoscopias o los TAC. La radioterapia de una veintena de pacientes que no podían demorar el tratamiento, se remitió al hospital Sant Pau ante la imposibilidad de llevarla a cabo en el Clínic. Castells asegura que no ha corrido peligro la vida de ningún paciente, pero han sido días “muy complicados”.

La experiencia de los séniors, al rescate

Con las manos —informáticamente— atadas, la inventiva y la experiencia de los seniors tomaron el hospital. El bolígrafo volvió a las batas y se desempolvaron formularios antiguos, como peticiones de laboratorio, folios con doble copia y gráficas de enfermería, para dejar todo por escrito, relata Martínez. “Lo bueno fue el conocimiento de las personas séniors del hospital de decir: ‘Eh, hemos de volver a coger el boli’. La gente enseguida rebobinó todas sus neuronas y se puso en marcha”.

Menos mal que estaba el teléfono para pedir favores unos a otros y el Whatsapp, que “ha salvado a este hospital”, dice con sorna Alonso. “El paciente siempre ha estado atendido al 100%. No le ha faltado medicación ni nada. Para él, todo con normalidad. Para nosotros, la normalidad ha sido como hacer un viaje en el tiempo. Y los que llevamos más de 25 años trabajando rápidamente hemos cogido la contingencia. A las nuevas generaciones digitales les ha costado más, porque la inmediatez está claro que no se da. Pero han sabido adaptarse y dinamizarse”.

Ana Alonso, coordinadora asistencial de Patología de Hígado, guarda en una carpeta documentación de pacientes ingresados.
Ana Alonso, coordinadora asistencial de Patología de Hígado, guarda en una carpeta documentación de pacientes ingresados.ESTER DELGADO (HOSPITAL CLÍNIC)

Donde más se ha notado esa vuelta atrás en el tiempo es en la farmacia hospitalaria, altamente informatizada. “Los medicamentos están guardados en un armario inteligente, electrónico. Y el domingo y el lunes, no sabían dónde estaba qué”, refleja Castell. Otro ejemplo: las dosis de quimioterapia, que se acostumbran a preparar con un robot, se han tenido que hacer manualmente. La logística de toda la parte farmacéutica se ha complicado a todas bandas y ha habido que gastar zapatilla: desde el ciberataque, cada cambio de medicación hay que comunicarlo manualmente, es decir, subiendo y bajando desde la planta hasta la farmacia para informarlo.

Otro sitio donde se acumulan las prisas, los papeles y las batas blancas es en las puertas del laboratorio Core, donde cada día se analizan miles de muestras de sangre y orina procedentes de cada esquina del hospital. Hace años que no se veían esas colas esperando resultados en papel, ni carpetas rebosantes de peticiones impresas con anotaciones a mano y resultados grapados encima. Hasta hace una semana, todo estaba automatizado a través de un gran robot que cruzaba el laboratorio de punta a punta y procesaba las muestras y sus resultados informáticamente. “Ahora tenemos que hacerlo todo a mano. No la parte de [examinar] los análisis, pero la devolución de los resultados, por ejemplo, desde los analizadores hasta las pantallas de los clínicos que revisan los resultados, no funciona y tienes que imprimirlo todo. Tenemos que programar los equipos a mano y gestionar todo el trabajo de forma manual”, explica el jefe del laboratorio Core, José Luis Bedini.

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A su alrededor, decenas de técnicos y otros sanitarios batallan con centenares de papeles y, en una especie de cadena de montaje, juntan, grapan y revisan que cada petición concuerde con lo analizado. El primer día del ciberataque, recuerda Bedini, incluso tenían que transcribir todos los resultados a mano porque las impresoras estaban conectadas a la red y no se podía imprimir en todas. “Lo que decidimos el lunes es que había que hacer el trabajo como pudiésemos. Y había que buscar alternativas. Se ha demostrado una vez más que la tecnología es importante, pero, al final, lo principal son las personas y sin el grupo de técnicos que tenemos, hubiese sido imposible”.

Acceso restringido al sistema

Los informáticos del Clínic siguen trabajando a contrarreloj para recuperar el sistema. Vidal asegura que el ciberataque ha alcanzado al 70% del sistema del hospital. “A pesar de que en un primer momento la sensación era que se había caído todo, el ataque no llego a nuestro sistema central, que es el SAP, que seguía vivo. E hicimos una manera alternativa de acceder a ese sistema: con una conexión directa con ordenadores securizados, teníamos acceso a la historia clínica. La única dificultad es que está restringido porque de una máquina que normalmente tenemos 10, ahora pasamos a una”.

El secuestro de equipos es una de las modalidades de ataque más usadas por los cibercriminales. Suponen el 65% del total, según datos de S21sec. Un informe de ESET, otra empresa de ciberseguridad, sitúa a España como el segundo país del mundo (solo detrás de Japón) en el que se han detectado más métodos nuevos para robar información en el mes de febrero. “Debemos tomar medidas para que una vulnerabilidad sin parchear, una mala gestión de los permisos y contraseñas o no saber qué sistemas críticos necesitan mayor protección puedan suponer un serio problema para a organización”, señala Josep Albons, director de investigación de ESET España.

El responsable de sistemas del centro estima que ya el pasado jueves, los ciberdelincuentes estaban circulando por los sistemas informáticos del Clínic. “El vector de entrada es, con alta probabilidad, el phishing. La seguridad 100% no existe. En todos los sistemas siempre hay eslabones débiles de la cadena y el primer eslabón débil somos los seres humanos, que somos los que picamos”, apunta.

Ransom House, el grupo que ha lanzado el ataque, suele actuar así, explica Marc Rivero, analista de ciberseguridad de Kaspersky: “Son expertos en atacar versiones de software que están desactualizadas y en utilizar afinados ataques de phishing [técnicas para engañar a la víctima haciéndose pasar por una persona o empresa de confianza] para poder comprometer cuentas de usuarios”. Raül Roca, CEO de la empresa de ciberseguridad Grail Cyber Tech, asegura que “es sumamente difícil librarse de un ataque dirigido” y apela a la prudencia. “Lo que más nos preocupa en estos casos es la persistencia de los atacantes en el sistema comprometido, que todavía estén dentro. Tienes que hacer la restauración de los sistemas de forma minuciosa, haciendo barricadas virtuales. Puedes restaurar la copia de seguridad, pero ¿está limpia o los atacantes dejaron herramientas suficientes para volver a cifrar justo después de la restauración?”.

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Sanitarios del laboratorio del Clínic revisan las peticiones de analíticas y los resultados de forma manual tras el ciberataque al centro.
Sanitarios del laboratorio del Clínic revisan las peticiones de analíticas y los resultados de forma manual tras el ciberataque al centro.ESTER DELGADO (HOSPITAL CLÍNIC)

Vidal admite, en efecto, que su principal preocupación era garantizar que tenían una copia de seguridad para poder recuperar los datos y, cuando lo confirmaron, el lunes, se pusieron en marcha. Pero el proceso de recuperación, dice, es complejo: “Recuperamos la copia, la aislamos, la ponemos en marcha, pasamos unas verificaciones y miramos que no haya cosas raras en los datos”.

Una semana después del ataque, el hospital ya ha recuperado el 90% de la actividad quirúrgica compleja, el 40% de la menos compleja y el 70% de las consultas externas. También recibe pacientes por código ictus e infarto. El Clínic aspira a volver a la normalidad el próximo martes. Si no hay más incidentes.

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Ahora los auriculares no se usan en los oídos. Tu tecnología País

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Muchos usuarios encuentran incómodo el uso de auriculares de botón: les duelen los oídos o no pueden tolerar la sensación de vacío que generan los modelos con almohadillas. Si este es tu caso, debes saber que existen opciones para que puedas escuchar música de forma individual sin molestar a nadie mientras caminas por la calle, mientras trabajas o mientras viajas en transporte público.

Son modelos como los Ultra Open Earbuds, que acaba de presentar la firma de audio Bose, y que ya cuentan con lo que se conoce como diseño abierto: sacan los auriculares de la oreja colocándolos en una pulsera alrededor de la oreja. . Salvando la distancia, como si fueran pendientes. Tiene un beneficio añadido, y es que cuando los usas todo el tiempo sabes lo que pasa a tu alrededor, puedes tener una conversación… no tienes que subir o bajar el volumen dependiendo de No hay necesidad de preocuparse por ruido, ya que los auriculares se ajustan a él automáticamente.

solo tu los escuchas

La realidad es que este tipo de auriculares todavía no abundan en el mercado y la mayoría de los que existen son modelos de marcas desconocidas y con dudosa calidad y garantías que se venden a precios muy bajos en las tiendas más populares. Pero la verdad es que son sumamente cómodos, hasta el punto de que te olvidas de que los llevas puestos. En el caso de Bose, además, la calidad del audio es magnífica; Esto sólo mejorará la forma en que el interlocutor escucha la voz durante la llamada, ya que tiende a percibirla como algo enlatada. Además, y pese a lo que pueda parecer a primera vista, el sonido de la música, las llamadas o los podcasts va directo a los oídos y las personas que te rodean no escuchan nada; Aunque estén a centímetros de distancia.

Para ello utilizan la misma tecnología que sus gafas conectadas, las Bose Frames; Un producto ya descatalogado del que se comercializaron tanto la versión Visual como la Sun y que dirigía el sonido desde las sienes hasta los oídos. Actualmente también existen otras opciones de este tipo usableLas principales son las gafas inteligentes de Meta y Ray-Ban, que como elemento aparte incluyen una cámara de 12 megapíxeles y 5 micrófonos con los que es posible tomar fotografías, grabar vídeos e incluso vivir. La transmisión también se puede realizar en Facebook e Instagram.

Volviendo a los auriculares de diseño abierto, el segundo ejemplo que destacaría serían los Huawei FreeClip, con una característica muy singular: no diferencian entre oreja izquierda o derecha, por lo que son completamente intercambiables. Una vez colocado, el sistema detecta qué auricular está en cada lado y optimiza el sonido en consecuencia.

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a través de los pómulos

Otra opción: auriculares que utilizan tecnología de conducción ósea para llevar el sonido a nuestros oídos. o nada en absoluto. Porque, en este caso, se colocan en las mejillas en lugar de en las orejas y generan pequeñas vibraciones que se transmiten al cráneo sin pasar por los tímpanos. En un principio resulta extraña la sensación de utilizar los auriculares que proponen ShockZ o Suunto con esta tecnología, precisamente porque sabemos que el sonido no es entra Son de oído y, aunque la calidad del audio es generalmente inferior a la de los sistemas de diseño abierto, son bastante cómodos para jugar; Son su principal aplicación, ya que la mayoría de modelos son resistentes al sudor, al polvo y al agua, y su diseño con la banda colocada detrás de la cabeza los hace bastante estables ante movimientos bruscos.

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Bobby Ford, vicepresidente de HP: «En lugar de buscar talento, lo encuentro en mi organización» | tecnología

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No son muchos, pero no es difícil encontrar personas formadas en filosofía en la alta dirección de empresas tecnológicas. Sergio Boixo, físico cuántico de Google, pasó por clases de esta disciplina antes de convertirse en un referente del mundo cuántico. Bobby Ford, vicepresidente de Hewlett Packard Enterprise (HP), que también ha estudiado el significado de las acciones humanas, todavía debe ajustarse a lo que ha aprendido de la teoría kantiana que trata al individuo como un fin y no como un simple medio. Y esto le ayuda a afrontar la escasez global de profesionales en el sector tech y afirma: “No creo que nos falte talento, creo que nos falta experiencia. Si esta es mi filosofía, en lugar de salir a buscar talento, lo busco dentro de mi organización, tomando decisiones para brindar a personas de diversos y diferentes orígenes la oportunidad de adquirir más experiencia.

El problema que Ford mencionó durante su participación en CPX Viena es común. El 78% de las empresas españolas afirma tener dificultades para encontrar talento e incorporar los perfiles que busca. Las razones de esto se encuentran en una combinación del rápido crecimiento de la industria tecnológica y la insuficiente formación en este campo durante las etapas previas a la incorporación al mundo laboral. Este mercado ya estresado finalmente se abrió paso con la aparición de la inteligencia artificial.

Según el director económico de la Fundación Kotek, que presentó un mapa del empleo en el sector basado en datos de la Seguridad Social, «la mayoría de ramas técnicas crecen el empleo más rápidamente que el resto y, durante la última década, han ido acumulando su volumen de afiliaciones. en un 48% en comparación con el 27% observado en la economía en general.

Según los datos de la seguridad social utilizados por Kotek, el 7,7% de los compañeros en España trabajan en empleos intensivos en tecnología, una proporción aún alejada de la media europea (10,7%) y que representa el 20% del PIB nacional es insuficiente en la zona. .

Juan Luis Moreno, director de Innovación de The Valley Business School, apuesta por “crear, retener y atraer talento”. En este sentido, Moreno aboga por profesionales «capaces de adaptarse a los cambios» y por empresas que «inviertan en planes de formación que garanticen la correcta gestión del talento interno, para que los trabajadores sean empoderados y no sustituidos».,

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A diferencia de Moreno, Bobby Ford no está en el ámbito de la formación (es el jefe de seguridad de HP), por lo que no se cree que tenga un interés profesional en ello. Sin embargo, coincide con el técnico español: “Podemos educar, entrenar y formar a la gente para que produzca más talento del que realmente captamos. «Somos agresivos en cuanto a ser creadores de talento y no receptores de talento».

Sin embargo, para muchas pequeñas y medianas empresas esta solución no es válida. Daniel Gregg, fundador de una empresa familiar especializada en programas de gestión de centros de salud, se lamenta: «Formo a mis empleados y viene una empresa con mayor potencial económico y me los roba usando la chequera».

Ford admite que la remuneración se ha convertido en un arma en la batalla por el talento tecnológico. “La inflación salarial es algo real. Teniendo esto en cuenta, estoy analizando cómo podemos identificar soluciones.

Esta “inflación salarial”, que ya está distorsionando el mercado, es más grave entre hombres y mujeres. Según el último informe sobre empleo y talento digital de la Fundación VASS y la Universidad Autónoma de Madrid, las trabajadoras tecnológicas ganan un 7,5% menos que sus compañeros masculinos. Combinado con otros factores como la falta de carreras profesionales definidas o de mentores, esto significa que las mujeres representan sólo el 23,47% del sector. Aumentar la participación femenina en los itinerarios de formación técnica y cerrar la persistente brecha salarial podría proporcionar una solución a la escasez de personal capacitado.

“Si bien se han logrado avances significativos en los últimos años, tener sólo un 23% de mujeres en el perfil TIC es claramente insuficiente para lograr una paridad efectiva en el sector, lo cual es fundamental si pretendemos aprovechar la gran oportunidad que representa el nuevo paradigma. “, afirma Antonio Rueda, director de la Fundación VASS. “Fundamentalmente nos enfrentamos a dos retos en el sector. Por un lado, el nuevo mapa supone un buen refugio en el cambio continuo y por otro, se realizan cambios estructurales y motivacionales; en organizaciones del sector que les permitan evitar el estancamiento profesional.

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Adela de Toledo, directora de la empresa tecnológica Pure Storage Iberia, resume la situación: “Cualquier empresa que se embarque en un viaje de transformación digital, por ejemplo desplegando IA en toda su organización, se enfrentará a una escasez de habilidades. No hay suficientes científicos de datos u otros profesionales con las habilidades relevantes disponibles para satisfacer la demanda, y es difícil encontrar personas con las habilidades adecuadas y exigen salarios altos. «Es probable que esto siga siendo un problema importante durante los próximos cinco a diez años».

La solución de De Toledo coincide con la del resto de expertos: “Las organizaciones tendrán que invertir mucho en talento no sólo a través de la contratación, sino también en la formación de su fuerza laboral existente para desarrollar más habilidades internamente. Si no lo hacen, sólo ampliarán la brecha de habilidades en las organizaciones modernas».

La Junta entiende que la formación «debe ser accesible a todos los empleados, incluidas las mujeres». Y pretende atraer mujeres trabajadoras al sector y «desafiar los estereotipos», así como promover modelos femeninos para «abordar cuestiones como la conciliación de la vida laboral y familiar y ofrecer oportunidades de desarrollo profesional».

Maya Horowitz iba a convertirse en psicóloga hasta que el servicio militar, obligatorio en su Israel natal, se interpuso en su camino. Allí conoció y se formó en el mundo de la defensa informática y hoy es vicepresidenta de investigación de Check Point Software Technologies, empresa internacional de ciberseguridad. “Cambió mi vida y me hizo entender que la tecnología también es para mí. «Hay mucho que aprender y se trata de educación, para que las niñas puedan desarrollar habilidades y mostrarles que hay mujeres en este campo, que hay impulso».

El colega de Horowitz, Francisco Criado, uno de los vicepresidentes de la misma empresa, comparte la idea de «reubicar el talento y formar personas». Cree que el mundo tecnológico está cambiando y que la inteligencia artificial permite mover dentro de una organización perfiles que no eran tan técnicos como que las máquinas realicen tareas que antes requerían reglas muy complejas. “Sin embargo, no creo que sea una solución rápida”, admite. “Seguiremos sufriendo escasez de habilidades durante mucho tiempo y veremos adónde nos lleva la IA generativa, que no lo resolverá por completo, pero, en algunos casos, podría reducir la necesidad de personas en ciertas tareas. Esto puede reducir la brecha en el futuro.

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«Un empleado de WorldCoin me defraudó 731 euros»: un menor se enfrenta al riesgo de las criptomonedas recolectadas por Iris | tecnología

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A Adrián, un chico de 15 años de San Fernando de Henares (Madrid) le ofrecieron «dinero gratis» en el centro comercial Planilunio. Era septiembre de 2022. Fui con un grupo de amigos Hamburguesa Y el «dinero» ofrecido procedía de un anuncio de WorldCoin, una nueva criptomoneda que requiere una foto de un iris para registrarse. Adrien no le dio mucha importancia: «La verdad es que a los 15 ya me gustaba lo del dinero gratis», dice. Nadie le preguntó su edad ni le pidió documentos.

Todo el grupo de adolescentes fue dado de alta. Durante más de un año, Adrien coleccionó monedas digitales, que entonces valían sólo unos pocos céntimos. Su valor comenzó a aumentar a finales de 2023. En febrero de 2024, Adrián había recaudado 731 euros. Adrián quería el dinero en efectivo, pero como era menor de edad no podía abrir una cuenta bancaria para retirarlo. Un empleado de WorldCoin en Planilunio, a quien conocía de San Fernando, se ofreció a liquidarlo a cambio de una comisión del 10%. Adrienne aceptó y nunca volvió a ver el dinero.

El 6 de marzo, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) prohibió temporalmente a WorldCoin seguir recopilando Iris de españoles. La AEPD había recibido 13 denuncias denunciando información o recogida de datos inadecuada de menores. La compañía dice que nunca tuvo la intención de recopilar datos de menores: “WorldCoin siempre ha exigido que las personas tengan al menos 18 años para obtener una identificación mundial. [el documento virtual que se consigue con la foto del iris y permite reunir monedas]Como queda claro en las condiciones del servicio”, explica a EL PAÍS un portavoz de Tools for Humanity, la organización detrás de la moneda.

La aplicación pedía verificación de edad, pero era fácil mentir si un menor aspiraba a ese «dinero gratis». WorldCoin decidió en diciembre de 2023 instalar la verificación de edad en todos los lugares de España donde se tomaron fotografías del iris debido a informes sobre «algunos menores». El ejemplo de Adrián permite pensar que aquellas “parejas menores” eran mucho más numerosas en total. Este miércoles, cuando EL PAIS preguntó a WorldCoin sobre el asunto, la organización publicó un post extendiendo esta verificación a todo el mundo: “Hasta ayer, este proceso se implementaba a nivel global. Este avance, así como la capacidad de desverificar Un portavoz dice: «World ID se desarrolló en consulta con expertos externos en privacidad y seguridad, incluida la Oficina Estatal de Supervisión de Protección de Datos de Baviera». Tools for Humanity, empresa cofundada por el promotor de WorldCoin y Sam Altman, tiene su sede europea en Alemania, por lo que la autoridad competente para estos asuntos es la de Baviera, con la que coopera la AEPD. La opción de desverificar el World ID eliminando permanentemente el código creado a partir del iris del usuario fue otra petición de las agencias de protección de datos.

aquí nadie se ríe

Para la madre de Adrián, Lydia Fernández, la edad es sólo un problema. «Se rieron en mi cara, no sólo de mi hijo», dice, «y tengo 50 años». El escándalo que afrontó Adrian muestra los peligros de una organización de recopilación de datos que tiene más defectos de los que parece. El ingenio y la picardía de un puñado de jóvenes demuestra que no es fácil crear una criptomoneda que «pague dinero» sin afrontar muchos otros peligros.

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En diciembre, antes de que WorldCoin se hiciera popular, Adrian ya había recolectado más de 200 euros en monedas. Fue a Planilunio para preguntarle a la gente de WorldCoin. Allí conoció a E, un joven que conocía porque un amigo suyo frecuenta la piscina donde Adrien trabaja como salvavidas en verano. Le preguntó cómo cambiar el dinero sin acceso a un banco y E. le dijo que lo haría por una comisión del 10%. Adrián aceptó y al día siguiente ya tenía el dinero. Esa facilidad se convirtió más tarde en un anzuelo para ganar mucho dinero.

En febrero volvió a acudir a pedir ayuda, pero ya había recaudado 731 euros. Adrián había coleccionado monedas de su madre y de otro familiar y seguía agradeciendo los obsequios de la aplicación para adquirir nuevos usuarios. La moneda alcanzó incluso un valor de más de 8 euros. Hasta la suspensión de la AEPD, aproximadamente 400.000 españoles se habían fotografiado el iris a cambio de «dinero gratis». «Lo de los ojos no me da miedo porque le doy el ojo al teléfono, está en Internet, no me importa», afirma Fernández.

No le importa el dinero. E. dijo que si no le daban los 200 euros adicionales para desbloquear la tarjeta no podría devolverla. Fernández acudió a Bizam con un conocido de E. para averiguarlo: «Cuando iba a Bizam ya lo olí, pero mi hijo no quería perder 731 euros», explica. EL PAÍS ha intentado recabar la versión del presunto defraudador, pero tras recibir una llamada de este diario ha colgado.

Cuando E. siguió negándose a devolver el dinero y bloqueó a Adrián en WhatsApp, Fernández no aguantó más: “Me puse a gritar en casa que me dieran 200 euros o lo voy a buscar, conozco a sus padres. » Ambas familias viven a sólo dos calles de distancia. Fernández recibió dinero de la cuenta de otro chico en Bizum mientras todavía hacía allanamiento de morada.

AD y Adrian han intercambiado decenas de mensajes. E. puso varias excusas: “el dinero no llegó”, “no puedes tener una cuenta WorldCoin si eres menor de edad”, pero quizás la más curiosa fue la acusación de que, en realidad, WorldCoin es dinero gratis y tiene no No vale la pena: “Tu mamá ya tiene dinero. Te lo ganaste porque era un proyecto, no se hizo con dinero. Tu mamá ya tiene el dinero así que se acabó», le escribió por WhatsApp.

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este era el límite de la extorsión

Seema alcanzó el límite hace una semana. Habían pedido tiempo y Fernández y su hijo decidieron esperar: «Socio, no tengo dinero, haz lo que quieras, ahora tengo muchos problemas por esta tontería, no tengo dinero». E! Después de varios intentos de esperar y contactar para saber si llegaría el dinero, E. amenazó con denunciar a Adrián y su familia por acoso y extorsión. La madre, Lydia Fernández, dijo lo siguiente: “Cuando finalmente dice que va a denunciar a mi hijo por extorsión, lo denuncio. Entonces yo digo, aceptémoslo, vamos a la comisaría», dice Fernández. La denuncia fue presentada el pasado viernes y no hay más noticias por el momento.

Adrien y E. descubrieron otra forma que introduce riesgos en el proceso de reclutamiento de usuarios de WorldCoin. Cada usuario dispone de un código con el que puede invitar hasta cinco personas. Recibes monedas cada vez que se utiliza tu código. Adrián recogió los códigos de otras siete personas y acudió a Planilunio para que nuevos usuarios pudieran utilizarlo al registrarse. Una posible solución era convencer a E. de que tomara fotografías de personas antes de entregárselas. Pero E. quería el 50% y nunca llegaron a un acuerdo. La empresa dice que los empleados que toman fotografías de ojos como E son responsabilidad de operadores subcontratados.

Además, afirma, realizan controles anónimos en las instalaciones y estos empleados reciben formación continua. Tools for Humanity también dice que su departamento de atención al cliente responde a cualquier queja. Lydia Fernández escribió a ese departamento. Al no obtener respuesta, también se puso en contacto con el director europeo de la empresa, Ricardo Macierras, y le escribió por Facebook. Esto también quedó sin respuesta. «Es imposible hablar con ellos», dice.

El interés declarado de Tools for Humanity en Iris es poder demostrar la humanidad de cada usuario de Internet en un mundo donde las máquinas, gracias a la IA, podrán reproducir el comportamiento de la mayoría de las personas. “WorldCoin es una nueva tecnología que, naturalmente, plantea muchas preguntas. El Proyecto está trabajando estrechamente con su autoridad de datos relevante para abordar sus preguntas. Quienes apoyan el proyecto WorldCoin también agradecen preguntas y oportunidades para explicar cómo la tecnología utilizada por el proyecto WorldCoin para demostrar la humanidad proporciona a los consumidores controles y opciones únicos con respecto a sus datos”, dijo a la compañía un portavoz del proyecto WorldCoin.

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