Esther Rantzen, de 80 años, reflexionó sobre el momento en que su esposo Desmond Wilcox murió a la edad de 69 años de un ataque cardíaco. En su nuevo documental Living With Grief, habló sobre su propia experiencia de perder a un ser querido y entrevistó a otras seis personas que atraviesan el duelo.
Al comienzo de su programa de esta noche, dijo que habría defraudado a su esposo si se hubiera quedado “en pedazos”.
Continuó admitiendo que había estado evitando profundizar en su dolor porque no le gustaba vivir en su pasado.
Al hablar con su hija Rebecca, Esther admitió que había estado evitando el granero en su casa conyugal, donde estaban los recuerdos «preciados» de Desmond.
La hija de Esther continuó advirtiéndole que estaría viviendo en un «pozo sin fondo de miseria» si evitaba el duelo como es debido.
La periodista admitió que no había sido «particularmente inteligente» al lidiar con su duelo.
Rebecca agregó que solo había visto a su madre llorar por Desmond dos veces.
La pareja, que se conoció en la BBC, tiene tres hijos juntos; Rebecca, Miriam y Joshua.
Se casaron en 1977.
Al hablar del momento en que su cónyuge se enfermó, recordó: «Lo que siempre seguirá siendo real es el momento en que lo perdí.
«Creo que salió a almorzar y se derrumbó y lo llevaron al hospital y traté de fingirle que no iba a ser fatal pero me dijo: ‘Es, me ha dicho el médico, yo saber’.»
La presentadora de televisión y su hija Miram rebuscaron en algunas de las pertenencias antiguas de Dennis que están almacenadas en su granero.
Esther dijo que no quería deshacerse de ningún artículo y creía que la presencia de su esposo todavía estaba en la casa.
«Creo que él está a mi alrededor en la casa y en todas partes no quiero despedirme de esto», agregó.