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¿Qué son las wallets de bitcoin y criptomonedas?
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1 mes agoon

Las wallets son interfaces que conectan a las personas con la red de efectivo electrónico Bitcoin, y redes de criptomonedas como Ethereum. A través de ellas, los usuarios administran los números de cuenta (aquí llamados ‘direcciones’) que les permiten recibir dinero y verificar saldo, y controlan las claves o llaves privadas para movilizar dichos fondos.
Si vemos a Bitcoin como un banco internacional y descentralizado, las wallets se comportan como las cuentas bancarias del sistema financiero tradicional manejadas desde la banca online. La gran diferencia, así como el avance tecnológico, reside en que estas «cuentas bancarias» son controladas únicamente por el dueño de la clave/llave sin ayuda de un tercero (como una empresa o entidad bancaria). Por ende, los fondos y operaciones del usuario no puede ser bloqueadas o congeladas, ni se necesita de permisos especiales para ser usadas.
Todo esto es posible gracias a que el dinero, es decir, los bitcoins o las criptomonedas relacionados a una dirección, no se encuentran efectivamente en las wallets, sino en la contabilidad de la red. Estas interfaces no son bóvedas bancarias, sino aplicaciones que facilitan al cliente el envío de órdenes y operaciones a la red para su ejecución, validación y posterior registro de los movimientos de dinero. De esta manera, el usuario tiene mayor independencia y control sobre sus finanzas.
También conocidas como carteras, monederos o billeteras digitales en español, las wallets pueden ser creadas por cualquier persona que tenga conocimientos sobre codificación. No obstante, es común que existan empresas dedicadas exclusivamente a desarrollarlas y ofrecerlas como software de código abierto (o cerrado) al público. Igualmente, debido a que manejan dinero, no se recomienda la creación de cero de una wallet, a menos que se sepa muy bien lo que se está haciendo y se esté al tanto de los riesgos involucrados.
La mayoría de estas interfaces son de uso gratuito, exceptuando los dispositivos externos que suelen tener un valor de fabricación y distribución. No obstante, a la hora de operar una wallet es necesario tener en cuenta que los usuarios deben pagar una comisión siempre que deseen llevar a cabo una transferencia en redes como Bitcoin. Esta tarifa varía dependiendo de la demanda de operaciones en la red y forma parte de las recompensas que perciben los mineros; algunas wallets permiten a los usuarios personalizar las comisiones de sus transferencia para que puedan pagar lo que mejor les convenga.
1 ¿Cómo funciona una wallet de Bitcoin?
Las wallets se constituyen por dos elementos que hacen posible su funcionamiento: las llaves públicas y las llaves privadas. Ambas nacen en par y se generan de forma aleatoria a través de criptografía. La primera permite la identificación de los fondos en la red Bitcoin o de una criptomoneda, a través de direcciones donde se puede recibir y verificar fondos. La segunda, la llave privada, es aquel elemento que permite firmar transacciones o mensajes a nombre de esa llave pública; por lo que se trata de mecanismos inseparables. O sea, equivalen en el sistema bancario a la posesión de un número de cuenta bancaria y a la firma o identificación personal que permite aprobar cualquier operación comercial.
En la actualidad, para hacer más sencillo a los usuarios de Bitcoin el proceso de creación de una wallet y su resguardo, la llave privada se representa por medio de una frase de recuperación o semilla. Se trata de un conjunto de 12, 24 o 36 palabras que la aplicación genera de forma aleatoria y otorga al usuario para tener acceso a sus fondos. Esta función se introdujo en el código de Bitcoin en el año 2013, por medio de la propuesta BIP 0039, cambiando para siempre la manera que los usuarios custodian el acceso a su dinero.
Teniendo su llave privada abstraída a través de la semilla, los usuarios pueden derivar su dirección o direcciones de Bitcoin asociadas a esta clave a través de la wallet. Las direcciones son secuencias alfanumérica únicas que identifican el lugar de almacenamiento de unas monedas, tokens o información. Si se desea recibir una transacción en Bitcoin, entonces se debe dar la dirección al remitente. Asimismo, si se realiza una transferencia de dinero a otro usuario, se usa la dirección del destinatario.
Direcciones de Bitcoin
Las direcciones de Bitcoin pueden venir en diferentes formatos y, dependiendo de ello, permiten al usuario utilizar más o menos avances tecnológicos para el manejo de su dinero. La diferencia se hace evidente al inicio de cada dirección. A continuación, se listan los formatos más comunes, desde el más antiguo al más actual:
- Formato original: 15e15hWo6CShMgbAfo8c2Ykj4C6BLq6Not
- Formato con condiciones de gasto simple: 35PBEaofpUeH8VnnNSorM1QZsadrZoQp4N
- Formato Segwit nativo: bc1q42lja79elem0anu8q8s3h2n687re9jax556pcc
- Formato Taproot: bc1pmzfrwwndsqmk5yh69yjr5lfgfg4ev8c0tsc06e

En la forma más simple, estos dos elementos, direcciones (abstraídas de la llave pública) y clave privada (manejada en forma de semilla), son lo único necesario para llevar a cabo operaciones en una red como Bitcoin, sea recibir dinero o firmar transacciones para enviar fondos. Sin embargo, hoy en día todas las wallets agregan un elemento extra de seguridad a nivel de aplicación que se necesita para utilizar la interfaz: el PIN o clave de la aplicación.
El PIN se encarga de bloquear la wallet para que terceros no autorizados no puedan acceder a la administración de los activos si tomasen control del teléfono móvil, computadora o dispositivo utilizado como wallet. Suele estar asociado a un código alfanumérico o a datos biométricos como la huella o la identificación facial. No obstante, es importante tener en cuenta que la seguridad ofrecida por el PIN puede ser burlada si se tienen las llaves privadas de la wallet, puesto que es una protección meramente de software. Lo que implica que son justo las llaves privadas o semillas lo que más se debe cuidar.
Dado el creciente uso de Bitcoin y las redes de criptomonedas, antes de firmar una transacción, los usuarios de una wallet se toparán con un último elemento clave para el manejo de sus fondos: las tarifas o comisiones (en inglés, fees). Se trata de aquel dinero que paga el propietario de los bitcoins o las criptomonedas a los mineros de la red para que su transacción sea verificada y registrada en la contabilidad. El precio de las comisiones no es estático, se mueve por ley de oferta y demanda, y está valorado en la moneda nativa de la red (en Bitcoin se paga en BTC, en Ethereum en ETH, y así). Las wallets calculan la comisión por defecto en base al precio promedio que están cobrando los mineros en ese momento para aprobar una transacción rápidamente, y algunas permiten a los usuarios decidir manualmente cuánto pagar para que se apruebe su operación.
La comisión define la prioridad de una transacción
Dependiendo de cuánto pague un usuario para que su transacción sea verificada, esta será aprobará menos o más rápido. Esto se debe a que los mineros le dan prioridad a aquellas operaciones con mayor comisión, puesto que son más beneficiosas económicamente y se infiere que hay urgencia para completarla. Mientras tanto, si una transacción tiene una comisión baja significaría que el usuario puede esperar por su verificación. Así, en este esquema de oferta y demanda, si la red se encuentra congestionada, el costo para enviar transacciones subirá, de lo contrarío será bajo.
Con la tarifa determinada y la operación firmada, la wallet transmite esta información a la red para su procesamiento y verificación. El saldo se mostrará inmediatamente debitado o acreditado en la cuenta, más solo se hará efectivo para ser usado una vez se confirme la transacción. Allí, el nuevo propietario del dinero podrá hacer uso de él si posee la llave privada asociada a la nueva dirección que posee los fondos.
Gracias a la llave pública y las direcciones como representación de este elemento, los usuarios pueden consultar el historial de sus transacciones y saldo de manera pública en el libro de contabilidad de Bitcoin o de la criptomoneda en cuestión. Asimismo, terceros pueden verificar los movimientos de la red sin necesidad de saber qué fondos pertenecen a determinada persona, ni tener acceso a moverlos (necesitarían la llave privada).
La importancia de las confirmaciones
Cuando se envía una transacción en redes como Bitcoin, estas deben ser verificadas por los mineros y confirmadas por los nodos que mantienen la contabilidad para poder darse por completadas o liquidadas (en argot financiero). Mientras una transacción no obtiene su primera confirmación, no puede darse por finalizada ni contarse con ese dinero y, de hecho, en este punto pueden ser canceladas o modificadas. Es por ello que se recomienda esperar al menos 1 confirmación en redes muy seguras como Bitcoin, o 6 o más en redes de criptomonedas como Ethereum.
2 ¿Son las wallets de criptomonedas seguras?
Se puede decir que, en redes como Bitcoin, la seguridad está garantizada y resulta muy difícil sufrir un percance que vulnere los fondos de los usuarios. Esto ocurre, principalmente, por la manera en que funciona Bitcoin. Por ejemplo, un usuario jamás recibirá en su monedero dinero “falso” o proveniente de un ataque de doble gasto gracias a mecanismos como la Prueba de Trabajo (PoW). Asimismo, la falsificación de una dirección o llave privada es prácticamente imposible por la manera en que trabaja la función hash.
¿Puede alguien generar una llave que le permita acceder al dinero manejado por otra llave?
Debido a la infinidad de combinaciones que se pueden hacer en una dirección o llave privada bajo la función hash, resulta muy poco probable que un hacker, supercomputadora o colisionador pueda replicar una dirección de Bitcoin. Desarrolladores, como Pieter Wuille, apuntan que se necesitarían 455 veces la edad de la Tierra para que un dispositivo pueda falsificar una dirección de forma adecuada.
Con todo, las wallets no son software infalibles y pueden ser vulnerables a nivel de código. Es importante tener en cuenta que estas aplicaciones son creadas por humanos, los cuales pueden cometer errores a la hora de codificar o tener intenciones maliciosas al momento de introducir una billetera al mercado. Han ocurrido casos donde estas interfaces han bloqueado los fondos de los usuarios sin previo aviso, debido a un bug. Asimismo, algunas de estas aplicaciones se han visto expuestas por ataques de hackers o estafadores que crean versiones idénticas para drenar fondos que depositen potenciales victimas.
En este sentido, se recomienda usar wallets con buena reputación y cuyos desarrolladores tengan una amplia carrera en el mercado. Asimismo, es preferible usar aplicaciones de empresas que invierten su capital en mantener altos estándares de seguridad e identificar errores en el software. Un consejo básico es jamás descargar wallets que no se encuentren en la página oficial de la empresa, puesto que en las tiendas de Apps circulan versiones piratas.
No confíes, revisa el código.
El lema de los bitcoiners es «no confíes, verifica». En el caso de las wallets este consejo también aplica, puesto que todos estos softwares usan códigos definidos en Bitcoin para generar la llave privada y pública, así como enviar o recibir dinero. Si descargamos una wallet es clave revisar su código, para así identificar si el desarrollador usó las ordenes básicas de las wallets o incorporó alguna acción maliciosa extra que no debería tener esta aplicación.
Para mantener la seguridad de una wallet de bitcoin o criptomonedas también es importante minimizar los riesgos humanos. El usuario es el principal y único responsable de sus fondos cuando hablamos de wallets auto-custodiadas, es decir, en aquellas interfaces donde ningún tercero tiene acceso al dinero y el propietario se encarga individualmente de resguardarlo. Por ello, los dueños de estos activos deben evitar suministrar información personal o financiera a personas desconocidas, usuarios de Internet o individuos que no sean de su estricta confianza.
Los usuarios deberán mantener sus computadoras y dispositivos electrónicos con detectores de antivirus, para evitar malwares que puedan exponer sus fondos a hackers. Asimismo, ignorar correos de supuestas empresas de criptomonedas que solicitan información personal u ofertas de inversión engañosas que piden datos como la semilla de la wallet. Perder esta frase de recuperación, dejar que se dañe por acción de agua o fuego, o incluso que una persona la robe también puede comprometer para siempre el acceso a los fondos en bitcoin.
Seleccionar una wallet enfocada en la seguridad de los fondos puede ser una estrategia útil para aquellos que posean grandes sumas de dinero. Por ejemplo, las hardware wallets mantienen la llave privada alejada de Internet por lo que son las más resistentes a ataques cibernéticos. De igual manera, aquellas que son resguardadas por sus propietarios minimizan la posibilidad de que una empresa pueda congelar fondos o, incluso, desviarlos.
Los exchanges no son wallets
A pesar de que un exchange, o sitio de intercambio, puede ofrecer servicios para depositar y transferir criptomonedas, no debe ser utilizado como wallet para administrar y resguardar fondos. Estos, al igual que los bancos, son servicios centralizados, donde los fondos de los usuarios son manejados por medio de una o varias wallets cuyo único acceso queda en manos de la empresa. Por ende, el usuario pierde el control de su dinero y queda a merced de las prácticas y acontecimientos a la empresa.
Asimismo, para aumentar la seguridad en algunos dispositivos es posible utilizar la «palabra extra» o clave de la frase semilla, también conocida como palabra 13, 25 o 37 (dependiendo de la extensión de la semilla), para crear múltiples direcciones no relacionadas y aumentar así la seguridad de la aplicación. Es decir, esta palabra extra crea direcciones escondidas dentro de la propia wallet, usando la misma llave privada. Así, disminuye las posibilidades robo y rastreo de fondos, pero aumenta la posibilidad de perder el acceso, si se olvida la palabra clave.

3 ¿Cómo obtengo mi propia wallet de bitcoin y criptomonedas?
Teniendo en cuenta que la seguridad de una wallet dependerá en gran medida del desarrollo y selección de la misma, así como del resguardo de la(s) llave(s) privada(s), entonces resulta crucial saber cómo seleccionar uno de estos dispositivos. Lo primero que debemos tener en cuenta es que existen distintas categorías de wallet, las cuales se diferencian por su funcionamiento físico o digital. Veamos algunas:
Wallets Web
Las wallets web son interfaces que funcionan directamente en un portal de Internet o navegador web. La plataforma permite que los usuarios puedan manejar sus fondos directamente desde un sitio web o la barra de búsqueda, lo que facilita pagar compras en línea o interactuar con aplicaciones Web3. Debido a que tienen una mayor facilidad de conexión a Internet, los usuarios son más vulnerables a interactuar con páginas web maliciosas que puedan exponer sus fondos. Ejemplos: Exodus, Opera y Metamask.

Wallets para teléfonos
Las wallets para teléfonos son aplicaciones móviles similares a Instagram, Twitter, WhatsApp o la app de tu banco de predilección. Estas se descargan desde una tienda de aplicaciones directo al sistema operativo del celular, siendo muy útiles para pagos en tiendas físicas o pagos internacionales en viaje. Se pueden conseguir de auto-custodia o con resguardo compartido con la empresa desarrolladora. Asimismo, se tiene que tener cuidado a la hora de descargarlas porque proliferan versiones piratas de ellas. Ejemplo: Bitpay, Exodus, Phoenix y MyEtherWallet.

Wallets de escritorio
Las wallets de escritorio son aquellas aplicaciones que se pueden descargar en el disco duro de tu computadora. Una de sus características más significativas es que suelen ser las interfaces más completas, con múltiples funciones y servicios. Por ejemplo, pueden ofrecer mayor privacidad en las transacciones, más seguridad a la hora de administrar la llave privada o nuevas tecnologías para transacciones avanzadas. Ejemplos: Electrum, Sparrow, Wasabi Wallet y Bitcoin Core.

Wallet de papel
Las wallets de papel son aquellas que pueden imprimirse como si se tratase de un documento o factura. El usuario solo necesita acceder a portales web que se dedican a crear las llaves de una dirección, donde se imprime un billete con la dirección de las criptomonedas, un código QR para escanear y la llave privada oculta en el mismo papel. Estas wallets son muy polémicas porque, aunque pueden ser un buen detalle como regalo, también son vulnerables a la posibilidad de que un tercero (la empresa que genera las direcciones) guarde una copia de la llave privada y se haga posteriormente con el dinero del usuario. Ejemplos: bitcoin.com, bitaddress.org.

Hardware wallet
Las hardware wallet son dispositivos físicos, similares a una memoria USB, un llavero o un dispositivo digital de pequeño tamaño, que permiten resguardar las llaves privadas de los fondos en bitcoin y criptomonedas. Se trata de una de las modalidades más populares por ser la más segura, ya que firman las transacciones fuera de línea y luego transfieren esta información a las aplicaciones que se conectan a internet, por lo que la llave privada se mantiene siempre desconectada de Internet.
Las hardware wallet siempre son plataformas de auto-custodia. Por ende, el único propietario y administrador de los bitcoins es aquel que posea la llave privada o el dispositivo. Al igual que las wallets de escritorio y teléfono móvil, suelen pedir un PIN para resguardar la firma de las transacciones. Y, como se trata de productos físicos, tienen un costo y deben ser compradas únicamente en los sitios oficiales de las empresas que los fabrican. Ejemplo: Trezor, ColdCard, BitBox, Jade, Passport y Ledger.
Cuidado: los estafadores pueden fabricar harware wallets.
Una práctica común para el robo de fondos con hardware wallet es el envío de equipos pirateados. Por ejemplo, una persona puede comprarle la wallet a un tercero o en un mercado no-oficial del fabricante, lo que podría haber expuesto la semilla de su dispositivo dándole acceso a sus fondos cuando los transfiera. También se ha reportado el envío de equipos a nombre de los fabricantes para que los usuarios otorguen información confidencial o transfieran su dinero a direcciones sin acceso.

En este mismo nicho también existen versiones desechables, como las wallets en formato pendrive o tarjeta. Se trata de dispositivos físicos que resguardan la llave privada incluso del dueño, de manera que puedan ser usadas como un «billete» que se entrega en la mano de otra persona y se cede automática y enteramente la propiedad. Se recargan a través de las direcciones que proveen y cuando se quieren gastar los fondos contenidos y moverlos a otra dirección, se necesita «romper el dispositivo» para liberar la llave privada y aprobar la transacción. Ejemplos: Open Dime y Sats Card.

Al momento de obtener una wallet es importante tener otros elementos en cuenta, además de los distintos modelos que se encuentran en el mercado y su seguridad. Por ejemplo, es importante saber si permiten personalizar comisiones, que tan reconocidas son en el mercado o si tienen diversas funciones comerciales. Algunas de las preguntas claves que te debes hacer al elegir tu interfaz están compiladas en este artículo de Criptonoticias.
4 ¿Qué debo tener en cuenta al crearme una wallet?
Cuando un usuario ya tiene su wallet ideal seleccionada, entonces inicia el proceso de crearse una. Para algunas personas puede resultar una actividad compleja y confusa, puesto que se trata de la primera vez que se generan una dirección en una red como Bitcoin. No obstante, siguiendo unos pocos pasos y atendiendo a la guía de los desarrolladores, se genera una llave privada y pública en cuestión de minutos. Luego el uso de la mayoría de las interfaces es realmente intuitivo.
Veamos el proceso a profundidad y algunos consejos a tener cuenta:
- Abrir, descargar o comprar la wallet: al ya tener una marca de wallet predilecta, el primer paso a hacer es tener acceso a la plataforma. En el caso de una wallet web, ingresando a su portal; en el de una aplicación móvil o escritorio descargándola desde sus páginas oficiales; mientras que si se trata de una hardware wallet hay que adquirirla directamente a la empresa que la manufactura.
- Verificar la autenticidad de los archivos descargados: una práctica segura es revisar si los archivos del software de la wallet fueron efectivamente subidos a la web por la persona que la desarrollo. En este enlace del proyecto Tor se explica como verificar un archivo.
- Crear una cuenta y su semilla: al ingresar, estas aplicaciones, suministran una serie de pasos para que el usuario pueda tener su propia llave privada. Por regla general, pedirá que anote la frase de recuperación o semilla en un lugar seguro (fuera de línea) y, posteriormente, las re-ingrese para verificar que lo hizo correctamente. Esta frase deberá ser resguardaba por el propietario para poder volver a tener acceso a los fondos en caso de desinstalar la aplicación o perder el dispositivo.
- Idear un PIN o contraseña: otro paso que se debería cumplir para empezar a utilizar una wallet es crear un PIN para firmar las operaciones. Algunas interfaces lo piden obligatoriamente al inicializar el sistema, en otras es opcional. Se trata de una combinación numérica o de letras que se tendrá que ingresar cada vez que se quiera firmar una transacción o tener acceso a los datos de la wallet. De esta manera, no todas las personas que tengan acceso al teléfono móvil, computador o hardware wallet de un usuario podrán hacer operaciones en la interfaz.
- Depositar fondos: con todos los pasos anteriores listos, el usuario ya tendrá acceso a las funciones del monedero. Por ende, podrá utilizar la opción «Recibir» para obtener una de las direcciones creadas por la llave pública y utilizarla para depositar fondos en bitcoin o criptomonedas, dependiendo de la wallet que haya elegido.
- Enviar transacciones: aquellos usuarios que deseen enviar dinero a un tercero, deberán tener primero fondos. Si ya ese paso se cumple, entonces el usuario podrá utilizar la opción «Enviar» de su wallet. Para enviar dinero necesitará la dirección o el código QR al cuál transferirá los fondos para poder llevar a cabo la operación. Es importante introducirla sin ningún error, porque un solo dígito o carácter incorrecto puede terminar enviando el dinero a otro usuario. Más comúnmente, se deben verificar los distintos identificadores de las direcciones para evitar que se envíe a una red distinta de la que se quería, dejando el dinero bloqueado para siempre. Por ejemplo, no se puede enviar una transacción de bitcoin (que inician con 1,3 o bc1) a Ethereum (que tienen un identificador 0x); y redes como Binance Smart Chain (BSC) inician también con 0x, por lo que enviar ETH de Ethereum a una dirección de BSC generará una pérdida.
- Verificar la comisión: el último paso para enviar una transacción en una red de criptomoneda o en Bitcoin es asegurarse de que la comisión sea la adecuada. Muchas wallets calculan la tarifa de manera automática, por lo que quedará reflejada en una especie de factura antes de finalizar la operación. En este resumen se le notifica al usuario el monto total a transferir, la dirección remitente y el fee que cobrará la red para verificarla; algunas interfaces añaden el tiempo estimado para confirmación. Si el usuario está de acuerdo, puede finalizar la operación y enviar los activos. No obstante, si le parece muy caro o mucho el tiempo de espera, algunos monederos aceptan personalizar este importe al precio que más le convenga o habilitan funciones que permiten aumentar la tarifa una vez enviada. De todas formas, se recomienda revisar siempre la cola de transacciones pendientes en bitcoin antes de decidir qué comisión poner para enviar dinero.

5 ¿Cómo evito perder acceso al dinero en mi wallet?
Una de las preocupaciones más recurrentes del propietario de una wallet es perder el acceso indefinido a sus fondos. Esto, sobre todo, es una inquietud real en el caso de las wallets auto-custodiadas o resguardadas únicamente por el dueño. Como se trata de interfaces que funcionan sin intermediarios que puedan «ayudar a recuperar la contraseña», se vuelve imposible volver a tener acceso a los fondos en caso de que se pierdan elementos como la frase de recuperación o la llave privada.
Si, por casualidad, un usuario pierde su teléfono, se le daña su computadora o desinstala la aplicación de su wallet sin querer; entonces, solo deberá ingresar la frase de recuperación en el orden establecido para que pueda volver a tener acceso a su dinero. De perder en forma definitiva esta semilla o cedérsela a un tercero, el propietario estaría incapacitado de volver a administrar dichos bitcoins o criptomonedas o podría exponerse a la posibilidad de robo de los fondos.
Por ello, resulta tan importante que la frase de recuperación sea debidamente resguardada. Algunos consejos a tomar en cuenta son:
- Todos los propietarios de criptomonedas deben tener un respaldo físico de su semilla. Anotarlo en un papel o libreta es ideal para mantener la totalidad de la frase sin exponerla en un medio digital que la vulnere. Es decir, jamás se debe resguardar la semilla en una computadora, teléfono inteligente o incluso aplicación de manejo de contraseñas como 1Password o BitWarden.
- Es importante tener más de un respaldo de la frase de recuperación. Anotar estas palabras en distintas libretas o papeles, para luego esconderlos en distintos sitios seguros es una buena técnica para evitar extravíos. Estas claves también pueden ser delegadas a familiares de extrema confianza o posibles personas a heredar los fondos.
- La frase de recuperación debe estar en lugares seguros. Los propietarios deben evitar los escondites donde sean vulnerables a dañarse por inundaciones, mudanzas, incendios o por estar al alcance de niños. En el mercado existen dispositivos metálicos que sirven especialmente para guardar frases de recuperación, resistentes al deterioro por fuego o agua.
- Los usuarios deben evitar dividir la frase de recuperación en varias partes y esconderla en distintos sitios. Esta estrategia puede aumentar la seguridad de su resguardo, pero si se pierde alguna de las palabras de la frase de recuperación o, incluso el orden en que fue suministrada, se puede llegar a comprometer para siempre el acceso a los fondos. Hay mejores alternativas como la palabra extra o las multifirmas.
- La semilla no debe ser compartida con terceros desconocidos. Recordemos que se trata de una serie de palabras que dan acceso a todos los fondos en bitcoin y otras criptomonedas que tiene una persona. En este sentido, es importante resguardarlo de forma personal o en el núcleo familiar.
- Así como la frase de recuperación no debe ser compartida con terceros a nivel físico, también se debe tener cuidado a la hora de suministrarla a una aplicación. Cuando se ingrese la semilla a una wallet, es importante percatarse que la misma sea la app original, que tenga código abierto y que tenga buena reputación.
- Toda aplicación o dispositivo que resguarde o utilice la semilla debe estar protegido por una contraseña o PIN, de conocimiento exclusivo del propietario.
- En la actualidad algunas empresas ofrecen wallets con servicios de herencia. De esta manera, se resguarda el acceso de los fondos según lo estipulado por su propietario. Asimismo, existen empresas que hacen custodia de la frase semilla de un monedero, sobre todo cuando se trata de fondos de una organización o de cuantiosas fortunas.
6 ¿Qué otros detalles debo saber de las wallets?
Las wallets, en la actualidad, tienen más funciones que solo enviar o recibir bitcoins y otras criptomonedas. Es importante tener en cuenta este detalle, ya que podría determinar qué interfaz le conviene más o menos a un propietario. Algunas billeteras ofrecen servicios para personalizar las comisiones, por lo que el usuario puede decidir cuánto desea pagar para enviar sus bitcoins a otra dirección. Otros monederos tienen integradas funciones para acelerar una transacción estancada en la red, un método que es muy útil cuando hay congestión en Bitcoin y resulta muy sencillo de aprender.
También existen wallets bastante populares que permiten administrar más de un criptoactivo desde la misma aplicación, creando cuentas para cada uno de estos y asociadas todas a la misma llave privada. Así, un usuario puede desde la misma wallet tener cuentas para Bitcoin, Ethereum, Dogecoin, Tron o Ripple, y recibir y enviar transacciones en todas estas redes. En varios casos, esto incluye el manejo de activos más novedosos como los NFT o de aplicaciones de inversión DeFi.
Entre otras característica destacables está el hecho de que existen wallets multifirma. Para entender esta función volvamos a la analogía del banco, centrándonos en un servicio muy particular: las cuentas mancomunadas. Una cuenta mancomunada es aquella que puede ser administrada por más de una persona, por lo que su propiedad y autorización para mover activos depende de una asociación de individuos. Este servicio puede ser utilizado para las finanzas de una empresa, junta de condominio o, incluso, un matrimonio.
Las wallets multifirma son muy parecidas a este servicio bancario. Mientras que las wallets tradicionales funcionan con una sola llave privada, las wallets multifirma tienen múltiples llaves privadas para una misma llave pública. O sea, es como una cuenta que tiene varias contraseñas, las cuales pueden ser otorgadas a distintos miembros de una organización o utilizadas para reforzar la seguridad de una wallet. Los propietarios, además, pueden personalizar la manera en que funcionará dicha wallet y cuántas llaves privadas necesita para hacer un movimiento de fondos.
Usos de las wallets multifirmas
Las wallets multifirma permiten personalizar el acceso a una cuenta de Bitcoin o criptomonedas, así como los permisos necesarios para mover los fondos. Las combinaciones que pueden existir son muchas y los usos diversos. En teoría, se podrían combinar n-de-M llaves, esto es: 1-de-2; 2-de-2; 1-de-3; 2-de-4; y así. Dependiendo de la cantidad de participantes y las condiciones de permisos, se podrían generar distintos resultados de seguridad y flexibilidad. Por ejemplo: una multifirma 1 de 2, necesitaría una de las dos firmas para liberar los fondos; mientras que una 2 de 2, necesitaría la firma de ambos miembros para emitir una transacción. En el primer caso, se aumenta la flexibilidad de gasto y la seguridad de acceso a los fondos, a la vez que aumenta la posibilidad de pérdida; en el segundo caso, el gasto solo sucede de una forma, lo que disminuye la posibilidad de pérdida, a la vez que aumenta la probabilidad de perder acceso a los fondos. Es un trade-off.
Las wallets también pueden ofrecer servicios para aumentar la privacidad de las transacciones. El más básico es el de una wallet determinista jerárquica que hace más difícil rastrear e identificar al dueño de unos fondos por el cambio constante de dirección o número de cuenta de depósito. Algunas empresas ofrecen servicios de mixers, como Coinjoin o Whirpool, que mezclan los fondos desde distintas direcciones y UTXO para dificultar el trazo de la proveniencia de ciertos fondos.
Las transacciones son públicas, tu identidad no
Una característica destacable de las wallets de Bitcoin es que, aunque todas las transacciones están registradas en la contabilidad o blockchain de la red públicamente, resulta muy difícil saber quién es el propietario de cada operación. Gracias a que todo está identificado con la función hash, no existe una correlación entre identidad y dirección, a menos que se realice un monitoreo exhaustivo de las transacciones y se detecte un patrón de comportamiento o una conexión clara hacia una entidad conocida, como una cuenta de exchange.
Entre otros elementos a tener en cuenta en estos monederos de bitcoin, está el hecho de que algunos integran avances como SegWit, Lightning Network (LN) o Taproot en su funcionamiento, que generan diferentes beneficios.
Una función muy interesante de las wallets es que con utilizar la frase de recuperación un usuario puede acceder a sus fondos sin necesidad de siempre abrir la misma aplicación. En este sentido, si la persona ya no desea seguir utilizando la wallet de una empresa en específico, siempre se puede descargar otra aplicación o comprarse una hardware wallet para luego migrar el acceso a sus fondos a esta nueva plataforma.
Texto editado por Héctor Cárdenas.
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El iPhone 15, a prueba: lo mejor y lo peor del móvil de gama alta más asequible de Apple | Tu Tecnología | El País
Published
3 horas agoon
27 de septiembre de 2023
El iPhone 14 fue el tercer móvil más vendido del mundo en la primera mitad de 2023, según la consultora Omdia. Su sucesor, el iPhone 15, es el móvil de gama alta más asequible de Apple. Aun así, su precio no es apto para todos los bolsillos: parte de los 959 euros. EL PAÍS ha probado durante unos días el terminal que, como novedades más visibles, da el salto a los 48 megapíxeles e incorpora un conector USB-C. Estos son sus pros y sus contras.
Lo mejor
Un modo retrato automático
Con los iPhone 15, el usuario ya no tiene que seleccionar manualmente el modo Retrato antes de fotografiar. Cuando la cámara detecta una persona, un perro o un gato, o al pulsar en la pantalla para enfocar un punto específico, registra información de profundidad. Al pulsar en un icono de una f, que aparece en la parte inferior izquierda de la pantalla, se visualiza una vista previa del retrato. Una vez hecha la foto, es posible activar o desactivar este modo, además de cambiar el punto de enfoque. Esta nueva opción funciona bien y resulta especialmente útil para centrarse en hacer la foto en lugar de estar probando cómo quedaría con distintos modos
Otras mejoras en la cámara
Apple trata de sacar pecho, año tras año, en el apartado fotográfico. Lo más destacable del iPhone 15 es su nuevo sensor principal de 48 megapíxeles, que en los iPhone 14 estaba reservado a los modelos Pro, y un zoom óptico de dos aumentos. El terminal abandona así la cámara de 12 megapíxeles presente desde el iPhone 6 de 2015. Con el sensor de 48 megapíxeles, se consigue un buen nivel de detalle. Las fotografías son nítidas y realistas (especialmente de día) y destacan por un rango dinámico adecuado y una buena iluminación.
Un móvil que se carga con cables de Android
El cambio a USB-C probablemente será bien recibido por quienes tienen múltiples cables en casa o por los usuarios olvidadizos. Ahora podrán utilizar para cargar el móvil el mismo cable que sus amigos con un móvil Android, o con un iPad o un Mac, ya que Apple ha llevado el conector de carga universal a los iPhone 15. La decisión ha llegado después de que el Parlamento Europeo anunciara que este puerto será obligatorio para teléfonos y otros dispositivos móviles en Europa a partir de diciembre de 2024. El cable USB-C que viene en la caja del iPhone 15 es trenzado y a priori parece más resistente que los cables Lightning tradicionales.
La isla dinámica
Los iPhone 14 Pro estrenaron el año pasado la isla dinámica, que ahora llega a los modelos base. El iPhone 15 abandona el tradicional notch (la muesca en la parte superior de la pantalla) e incorpora un agujero con forma de píldora que alberga la cámara frontal y los componentes clave de Face ID, el sistema de reconocimiento facial de sus móviles. De esta forma, ahora gana importancia una parte de la pantalla que antes pasaba ignorada gran parte del tiempo. En ella se muestra información útil, reforzada con animaciones, al recibir una llamada, fijar un temporizador, utilizar AirDrop o escuchar música; en este último caso, aparece el título de la canción, el grupo y los controles de reproducción.
Lo peor
La visualización podría ser más fluida
La pantalla del iPhone 15, de 6,1 pulgadas, todavía tiene una tasa de refresco de 60Hz. Este parámetro hace referencia a la cantidad de veces que la pantalla se actualiza por segundo. Cuanto mayor sea, la experiencia será más fluida: las animaciones se percibirán de forma más realista y los desplazamientos entre diferentes pantallas o aplicaciones serán más suaves. Si bien esta función puede carecer de importancia para un usuario medio, la decisión de prescindir de ella ya parecía difícil de justificar el año pasado con el iPhone 14. Terminales de gama alta de la competencia incorporan paneles con una tasa de 120 Hz desde hace años. Lo mismo ocurre con los iPhone 15 Pro.
Sin pantalla siempre encendida
Los iPhone 14 Pro estrenaron un modo para tener la pantalla siempre encendida, aun cuando el móvil está en reposo. Algo que permite al usuario visualizar en todo momento la hora o si tiene notificaciones sin tener que desbloquear constantemente el móvil. El iPhone 15 carece de esta función. Pese a ello, no todo son inconvenientes para la pantalla, que puede alcanzar un brillo máximo de 2.000 nits en exteriores. Algo que facilita, por ejemplo, leer bajo la luz solar directa.
Sin teleobjetivo y pocas mejoras con el ultra gran angular
Algunos usuarios pueden echar en falta un teleobjetivo en el iPhone 15. Además, en comparación con el iPhone 14, los resultados con el ultra gran angular de 12 megapíxeles no parecen haber cambiado mucho. Si bien Apple prometió mejoras en el modo nocturno con este sensor, en condiciones de baja luminosidad se echa en falta un poco menos de ruido y un mayor nivel de detalle.
Nuevo puerto, misma velocidad de transferencia de datos
Es probable que la mayoría de usuarios nunca conecten su móvil a un ordenador para transferir datos. En caso de que lo hagan, el cambio a USB-C daba esperanzas de mejora, pero no ha sido así. En el iPhone 15, el conector USB-C mantiene por dentro la misma interfaz USB 2 que tenían los iPhone 14 y anteriores, con el antiguo conector Lightning. Se queda corto frente a los modelos Pro —que sí dan el salto a USB 3, con una velocidad de transferencia de datos 20 veces más rápida—. El cambio de conector supone, además, que los cables y accesorios Lightning previos quedarán obsoletos; y, a menos que se adquiera un adaptador para el nuevo teléfono, generarán una gran cantidad de basura electrónica.
Así funciona el SOS vía satélite

Otra novedad que llega a España, junto con el estreno de los iPhone 15, es el servicio de mensajes de emergencia vía satélite —ahora también disponible en los iPhone 14—. Para activar esta función, hay que entrar en los ajustes del móvil y escoger la opción “emergencia SOS vía satélite”. “El iPhone puede ayudarte a establecer una conexión vía satélite para contactar con los servicios de emergencia cuando no sea posible realizar una llamada normal”, indica el terminal.
EL PAÍS ha realizado una demostración. Para utilizar este servicio, hay que buscar un lugar con una vista despejada del cielo. El móvil muestra una señal que indica la dirección del satélite y el usuario debe girar con su teléfono hasta que la señal sea lo más fuerte posible. Después empezará a chatear con el servicio de emergencias, que pedirá datos importantes como cuál es su ubicación o si conoce las causas de la avería de un coche. Si el simulacro fuera real, tras responder a estas preguntas, el personal de emergencias enviaría la ayuda necesaria.
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Tecnología
Cómo dar el salto a USB-C: así puede usar el cargador universal y conservar viejos aparatos | Tu Tecnología | El País
Published
11 horas agoon
27 de septiembre de 2023
El lanzamiento de los iPhone 15, los primeros teléfonos de Apple con USB-C, está dando un nuevo empujón a la transición hacia el conector universal. Los fabricantes de cargadores, accesorios y cables han aprovechado la ocasión para poner en marcha sus propias ofertas que estimulan ese cambio. Y es que el USB-C será obligatorio en la Unión Europea para todos los dispositivos móviles que se lancen a partir de finales de 2024, en una medida aprobada pensando tanto en la comodidad de los usuarios como en reducir los residuos electrónicos.
Con ese objetivo de un menor impacto ambiental, hace años que la mayoría de los principales fabricantes de móviles ya no incluyen con sus nuevos modelos un cargador, suponiendo que todo el mundo tiene al menos uno. Desde entonces, en la caja de los teléfonos de Apple, Google o Samsung sí viene un cable para conectarlos a un cargador USB-C, pero no todo el mundo tiene uno de esos nuevos cargadores. Además, no todos los cargadores con el nuevo conector tienen la potencia adecuada para cargar cualquier dispositivo. El nuevo sistema es un estándar muy versátil pero muy complejo. Estos doce gadgets, probados por EL PAÍS, logran que el salto a USB-C sea sencillo y respetuoso con el medio ambiente; y por un precio ajustado, disuaden de lanzarse a por gangas no certificadas, que pueden dañar los equipos.
El sueño del cargador universal
El diminuto Anker Nano 3 de 30 vatios, permite cargar cualquier teléfono móvil, tableta y hasta ordenadores portátiles ligeros como los MacBook Air, los Surface Go o los Chromebook. Comparado con los cargadores oficiales de los fabricantes de dispositivos móviles, es mucho más pequeño, y también más barato. Su precio en oferta está en torno a los 19 euros y tiene las certificaciones Power Delivery (el estándar para una carga rápida y sin problemas) y USB-IF (garantía de seguridad, frente a los cargadores que dañan baterías o queman circuitos). Siempre hay que buscar estas dos certificaciones en cargadores y cables USB-C, un sistema de conexión que puede provocar muchos más problemas que el antiguo USB.
Otra buena alternativa, más barata, es el Ugreen Nexode Mini de 30 vatios, que en oferta ronda los 14 euros. Los cargadores de 20 vatios pueden conseguirse a menor precio y son una opción si solo se pretenden cargar teléfonos móviles y no se necesita hacerlo a la máxima velocidad.
Y para quienes quieran cargar al mismo tiempo varios dispositivos, incluido un ordenador más potente, están los multicargadores Ugreen Nexode de 65 vatios, por 37 euros, y Anker Nano II de 100 vatios, por 70 euros. Ambos incluyen dos puertos USB-C y uno de los USB de siempre.
Un cable para cargarlos a todos
A estas alturas de la transición a USB-C es fácil que tengamos en casa un cable con el conector universal, que haya venido en la caja con un dispositivo cualquiera. ¿Valdrá para cargar cualquier móvil, tableta y ordenador a la velocidad adecuada y sin problemas? El de un ordenador portátil sí debería valer, al ser el dispositivo más potente.
En otro caso, o si el cable no está identificado o se quiere uno de repuesto, lo mejor es ir a lo seguro. El de la marca Cable Matters, que mide 2 metros y carga hasta 240 vatios, tiene las certificaciones Power Delivery y USB-IF y cuesta 14 euros. Además de cargar cualquier ordenador, tableta o teléfono con conector USB-C, permite la trasferencia de datos a velocidad USB 2.0 entre esos dispositivos y sus accesorios. Si no se necesita tanta potencia, este cable de la marca Ugreen, de 1 metro y 60 vatios, es una muy buena opción y cuesta 6 euros. También está disponible, más caro, con otras longitudes.
Salvar a los viejos USB
El USB de toda la vida lleva tanto tiempo entre nosotros (más de dos décadas) que en casi cualquier casa hay cargadores, cables y accesorios con esta conexión. No hay por qué tirarlos al dar el salto a USB-C: pueden adaptarse y funcionar perfectamente, aunque no aprovechen toda la velocidad del nuevo conector. El adaptador AmazonBasics, de macho USB-C a hembra USB-A, cuesta unos 7 euros y permite aprovechar los pen drive, los discos duros y demás accesorios que usan el conector de siempre. Con este adaptador, que tiene la certificación USB-IF, también puedes seguir usando los viejos cables USB-A para cargar tu móvil o tableta con un nuevo cargador universal USB-C.
También hay un adaptador para el caso contrario: si se ha dado el salto a USB-C y se utiliza el flamante cable universal, pero casi todos los puntos de carga públicos siguen teniendo el puerto USB de siempre. Para esta situación, y para aprovechar los cargadores viejos, está el adaptador Ugreen de macho USB-A a hembra USB-C. Se vende en un paquete de dos, por 16 euros, y también permite conectar nuevos dispositivos a ordenadores que solo tienen el viejo conector.
Aprovechar los accesorios de iPhone
Quienes renueven su teléfono de Apple y se pasen a uno de los recién estrenados modelos con USB-C, se encontrarán con que sus viejos accesorios y cables para iPhone ya no les sirven. A no ser que vuelvan a pasar por caja y se compren el adaptador Apple de USB-C a Lightning, que cuesta 35 euros. Hoy por hoy es la única opción en el mercado para que los usuarios de los iPhone 15 (y también quienes tengan un iPad con USB-C) puedan aprovechar los cientos de millones de cables y accesorios con el conector Lightning, que se han vendido desde que Apple lanzó este sistema propio en 2012.
El adaptador inverso, para el que sí hay opciones de diferentes marcas, permite cargar con un cable USB-C los iPhone antiguos y también los iPad y accesorios (como teclados y ratones inalámbricos) que tienen el viejo conector. Este adaptador Boutop de Lightning a USB-C, que se vende en paquetes de dos por 17 euros, permite cargar con una potencia de hasta 27 vatios y tiene la certificación Made for iPhone, que Apple otorga a los fabricantes de accesorios que considera seguros.
Para cargar sin enchufe
Las baterías externas son el accesorio imprescindible para quienes trabajan con el móvil o tableta y pueden necesitar cargarlo en cualquier momento o lugar. La batería Anker 323 PowerCore cuesta 22 euros en oferta, tiene 12 vatios de potencia de carga y 10.000 miliamperios-hora de capacidad (suficiente para cargar dos veces un iPhone 15). La Belkin Boost Charge 20k cuesta 53 euros, tiene el doble de capacidad y carga dispositivos por USB-C a hasta 30 vatios, por lo que sirve tanto para móviles y tabletas como para ordenadores portátiles ligeros. Ambas baterías tienen un puerto USB-C (con el que también se recargan ellas mismas) y un puerto USB-A para mantener la compatibilidad con dispositivos antiguos.
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Tecnología
El wifi de la mayoría de hogares se enfrenta al colapso por el aumento de dispositivos conectados y el tráfico de datos | Tecnología
Published
1 día agoon
26 de septiembre de 2023
Un aeropuerto que duplique su tráfico cada tres años y mantenga la torre de control de hace una década está abocado a colapsos, a tráfico lento y a la pérdida de vuelos. Algo similar sucede con internet en casa. La mayoría de los hogares han incorporado más de una decena de dispositivos conectados al wifi doméstico que reclaman más capacidad y velocidad para un uso adecuado, como es el caso de la retransmisión audiovisual de calidad o los videojuegos o el teletrabajo. Las operadoras responden ofreciendo ya conexiones de hasta un Gigabyte (Gb), lo que significa una capacidad de intercambio de algo más de mil millones (2³⁰) de bytes por segundo, pero este aumento de oferta y demanda de datos contrasta con la existencia mayoritaria de routers, los dispositivos que distribuyen el flujo de paquetes de información entre redes, con tecnología Wifi 5, incapaz de digerir eficazmente este tráfico. Cuando el Wifi 6 aún no ha penetrado más allá del 18% de casas, Qualcomm acaba de lanzar su nueva plataforma 10G Fiber Gateway, que adelanta el Wifi 7, todavía sin certificar, y multiplica la capacidad de conexión doméstica.
El 96,1% de los hogares de España dispone de acceso a banda ancha fija (83%) y móvil, según el Instituto Nacional de Estadística. Solo el 13,1% accede a Internet únicamente mediante conexión móvil, un porcentaje inferior en más de tres puntos en algunos países, según DSA. Este retrato estadístico, común en muchas regiones del planeta, convierte al router doméstico en un elemento fundamental que, sin embargo, no se actualiza de acuerdo con la nueva realidad.
Chris Szymanski, directivo de Broadcom, considera crítico el paso a las nuevas generaciones de interconexión inalámbrica. “Vemos la crisis de capacidad más inmediata en el wifi”, asegura al portal especializado RCR Wireless. La gran mayoría del tráfico, según explica, se gestiona a través del router, al que se conectan casi todos los dispositivos. “La capacidad del wifi debe ser el enfoque principal de la banda ancha inalámbrica para impulsar nuevas aplicaciones que operan en interiores”, concluye.
También lo advierte Diego Huertas, wireless global arquitect en Ikusi: “Las redes wifi actuales no tienen la capacidad suficiente para atender la gran demanda de conexiones y de aplicaciones. Es necesaria la migración a las últimas generaciones para evitar los problemas de congestión tan habituales y las quejas por parte de los usuarios”.
“Este año”, según Claus Hetting, presidente de Wi-Fi Now, “habrá 19.500 millones de dispositivos con conexiones inalámbricas en funcionamiento en el mundo”, con un crecimiento anual del 20%. Estos datos hacen inevitable la transición hacia Wifi 6E (evolución del 6 de hace cuatro años) y 7. “Está en marcha”, asegura la Wi-Fi Alliance, la entidad de certificación de esta tecnología que prevé aprobar la séptima generación el próximo año.
Algunas empresas no van a esperar. Los proveedores de routers TP Link o Eero han adoptado la plataforma compatible con Wifi 7 presentada este mes por la multinacional Qualcomm en San Diego (EE UU). Intel también ha entrado en este mercado. El precio medio en Estados Unidos de un router habilitado para la nueva conexión inalámbrica ronda los 550 euros y se prevé una oferta inminente de algunos de estos dispositivos en Europa.
La tecnología está disponible, pero queda que las operadoras la ofrezcan, el usuario la demande y los países pongan a disposición el espectro necesario. En este sentido, Diego Huertas, experto de la empresa de servicios tecnológicos Ikusi, explica: “Con la evolución a Wifi 7 se habilitan nuevas funcionalidades y una de ellas es poder hacer uso de la banda de 6GHz, que se utiliza para transmisión de la información. Esto abre nuevas posibilidades en velocidad de acceso y ayudará a resolver el problema de congestión. Sin embargo, en España únicamente se han habilitado la mitad de los canales de esta banda, dejando al país en desventaja para disponer de mayores capacidades”.
Otros países van por delante. Gary Koerper, vicepresidente de la compañía de telecomunicaciones norteamericana Charter, afirma que ofrecerán la nueva generación “como estándar”, como patrón de referencia para todos los usuarios. La británica EE, parte del grupo BT, se ha sumado. “El cliente construye su vida sobre la conectividad”, justifica Danny Marshall, directivo de esta última compañía.
Rahul Patel, vicepresidente de Qualcomm, asegura que la nueva generación es la más importante de todas ante la “congestión que sufren tanto los espacios públicos como los hogares”, donde calcula que habrá más de 20 dispositivos conectados y se registrará en cinco años un tráfico de hasta 10Gb en el 59% de las casas que generará “una situación crítica”.
Un rendimiento mediocre socava la confianza del cliente en el operador, lo que puede determinar su abandono. Por lo tanto, los operadores de banda ancha están bajo una inmensa presión para ofrecer calidad de servicios wifi a sus clientes
Adaptive Spectrum and Signal Alignment (ASSAI)
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Un informe de la consultora ABI Research, que remite a un estudio de Adaptive Spectrum and Signal Alignment (ASSAI), también advierte de la limitada la capacidad de las bandas de los estándares de wifi más comunes ante el aumento del tráfico. Según este estudio, la permanencia de un Wifi 5 tiene “el desafortunado efecto en cadena de degradar la calidad de servicio por el aumento de congestión, latencia e interferencias”. “Un rendimiento mediocre socava la confianza del cliente en el operador, lo que puede determinar su abandono. Por lo tanto, los operadores de banda ancha están bajo una inmensa presión para ofrecer calidad de servicios wifi a sus clientes”, advierte el informe.
Guerra de precios
Pero el panorama es difícil de gestionar. La guerra de precios limita la capacidad de las empresas de telecomunicaciones para invertir en infraestructura, servicios y equipos. “No culpo a las operadoras porque creo que no saben cómo hacer dinero. Y si esa situación continua, no serán capaces de avanzar hacia la nueva tecnología, que exige una inversión”, admite Ganesh Swaminathan, vicepresidente y director general de Qualcomm.
Huertas, de Ikusi, también observa reticencias de las empresas para realizar nuevas inversiones en tecnologías de conexión inalámbricas, pero advierte: “No hay un mejor momento que ahora”.
No culpo a las operadoras porque creo que no saben cómo hacer dinero. Y si esa situación continua, no serán capaces de avanzar hacia la nueva tecnología, que exige una inversión
Ganesh Swaminathan, vicepresidente y director general de Qualcomm
Swaminathan considera necesario un cambio de estrategia y recurre como ejemplo a la situación española: “En países como España, creo que los servicios pueden ayudar a modificar las suscripciones. Ver una película de alta definición con el mejor sonido con un Wifi 5 no es divertido. Telefónica puede decir: ‘No es mi problema, si pagas 33 euros, es lo que tienes’. Pero si Telefónica tiene la habilidad de decirle al cliente que si quiere la mejor experiencia le costará cinco euros más porque le va a facilitar un paquete de experiencia en streaming [en línea], puede cambiar el modelo”.
El directivo también apunta a la demanda del cliente como clave y lo expresa con una analogía. “El usuario puede conducir en autopistas de forma gratuita a partir de sus impuestos. Pero si desea usar una vía rápida, puede pagar un peaje. Son unos pocos euros, pero lo necesita porque la carretera gratuita está congestionada. En los datos pasa lo mismo. La carretera desde la nube hasta el hogar y dentro de la casa está congestionada y se necesitan ciertas carreteras de peaje para dar nuevos servicios. Tal vez no la usen algunas personas que no quieran pagar un extra, pero otras sí y la operadora obtendrá más ingresos de los clientes premium”.
Alex Roytblat, vicepresidente de Wi-Fi Alliance, defiende la implementación de la mayor velocidad para alcanzar los objetivos de digitalización de Europa, pero añade un elemento a considerar ante este planteamiento: el momento de alta inflación. El cliente quiere y necesita más, pero es reacio a pagar un sobrecoste por la conexión y para renovar los equipos que le permitan aprovechar las nuevas capacidades.
En este sentido, Roytblat detalla que el 75% de los encuestados en un Eurobarómetro de la Comisión Europea afirma que una conexión de alta velocidad más asequible facilitaría significativamente el uso de las tecnologías digitales. “A partir de estos resultados, podemos concluir que la asequibilidad será un factor clave para determinar si Europa logra sus objetivos digitales”, advierte.
La nueva carretera del Wifi 7 ofrece 36Gbps, aunque tiene la posibilidad de llegar a 46,4, muy por encima de la velocidad de datos máxima de la sexta generación (9.6 Gbps). El Multi-Link Operation (MLO) facilita descargas de archivos grandes, transmisión de video y realidad virtual, así como una latencia menor al alternar rápidamente las bandas disponibles. De esta forma, Wifi 7 promete un rendimiento mejorado, una capacidad ampliada, una mayor confiabilidad y resiliencia contra las interferencias.
La plataforma 10G Fiber Gateway de Qualcomm ha sido presentada en San Diego durante un acto con prensa internacional al que fue invitado EL PAÍS.
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