Los vecinos del Cabanyal, uno de los barrios pesqueros más emblemáticos de Valencia, llevan meses preocupados por la cantidad de turistas que los visitan. Por eso su asociación de vecinos creó el pasado mes de enero una mesa sobre pisos turísticos, porque observan problemas en el barrio, notan una dificultad en la supervivencia del comercio tradicional y los efectos en el precio de la vivienda en alquiler son ya más que evidentes.
De ambos fenómenos están conscientes los comercios de barrio como las escuelas infantiles, que también están percibiendo el fenómeno turístico por el cambio de perfil de sus alumnos. En el preescolar El Caragol, en pleno barrio, su directora explica que también lo notan. Ubicada en el barrio desde hace 27 años, detalla cómo la turistificación de la que tanto se habla en el exterior también se nota en el interior.
En el mismo edificio en cuya planta baja se ubica un colegio, también se encuentran tres apartamentos turísticos.
En su mismo edificio ya hay tres apartamentos turísticos y conoce a algunas familias que han tenido que abandonar el barrio porque no podían afrontar los precios de la vivienda. “Si esas viviendas fueran de gente del barrio sería diferente… Entre que está bajando la natalidad y está cambiando el perfil del barrio tenemos menos estudiantes”, explica el responsable. “La suerte es que el bajo es mío, que lo compré cuando abrí, porque sino llega un momento en el que no podría seguir”, afirma.
El efecto del teletrabajo, el tirón de Valencia como paraíso habitable donde los nómadas digitales encuentran comodidad y buenos puestos en las listas de destinos turísticos se percibe también entre los pañales y los juguetes. En El Caragol entran estudiantes que pasan temporadas cortas, niños con estancias de tres o cuatro meses, cuyos padres están de paso por la ciudad por motivos de trabajo.
La escuela infantil El Caragol, una de las situadas en Cabanyal-Canyamelar.
«Tenemos alumnos de todas las nacionalidades», dicen en San Timoteo
Leer también
Así lo reflejan también en la Escuela Infantil San Timoteo, donde informan que en los últimos años “el perfil ha cambiado mucho”. “Tenemos estudiantes de todas las nacionalidades, sobre todo desde la pandemia lo hemos ido notando”. Cada vez son más habituales las parejas en las que uno de los dos es extranjero, “o incluso parejas de extranjeros”.
La misma situación se explica en la escuela infantil Alma Montessori del barrio. Su responsable afirma que “es cierto que tenemos muchas familias extranjeras de larga estancia y algunas de corta estancia, porque los padres y madres teletrabajan o nos los traen sólo una temporada. Es algo que viene sucediendo desde hace años”, explican. Asimismo, consideran en el centro que el reclamo de la filosofía Montessori que invade sus aulas supone también un atractivo para el público internacional.
«Tenemos muchas familias extranjeras de larga estancia y algunas de corta estancia, pero nuestra filosofía también influye en ellas», afirman en Alma Montessori.
El Cabanyal: un crecimiento del 36,3% en la oferta turística online
Respecto a los apartamentos turísticos, y su auge en la ciudad de Valencia, el Consistorio y la oposición lanzaron varias críticas esta pasada semana. El PSPV acusa a la alcaldesa catalana de abandonar sus funciones tras revisar el sistema estadístico de turismo, y el equipo municipal recuerda que los datos de Visit València no incluyen si los nuevos apartamentos son legales o no. Sin embargo, si los miras podrás comprobar que la oferta de alojamiento turístico online en los Poblats Marítimos ha crecido un 36,3% en el último registro. En enero de 2019, cuando se activó la plataforma, había 1.262 pisos en esta zona de la ciudad de Valencia y actualmente hay 1.706 según el mismo registro de enero de 2024.
Una nueva escuela en el barrio.
Sin embargo, algunos de los centros explican que hay menos demanda en el barrio por la bajada de población infantil, pero sin embargo la oferta sigue creciendo… y más que nunca, porque el Ayuntamiento de Valencia está construyendo la nueva escuela infantil en el Cabanyal-Canyamelar. Se espera que el centro, que ofrecerá 75 plazas escolares para niñas y niños de 0 a 3 años, abra sus puertas el próximo año. Una nueva oportunidad que también se ve como una amenaza para las empresas privadas.
De hecho, hace unos meses la plataforma Salvem 0-3 propuso al Ayuntamiento que estudiara el cambio de uso por algún otro servicio deficiente en la zona, sugiriendo que se convirtiera, por ejemplo, en un centro de atención temprana, «teniendo en cuenta cuenta las necesidades que “detectamos en nuestros alumnos anualmente y que requerirían este servicio”.
Leer también
La carta, que circuló por las escuelas infantiles del barrio, señalaba que su efecto ya se estaba notando en el resto de colegios de dos años y aulas de colegios de la zona, y alegaba que el barrio del Cabanyal ya cuenta con «centros suficientes y plazas habilitadas 0 -3 para cubrir las necesidades de demanda de las familias y, por tanto, la apertura de un nuevo centro no supondría ninguna mejora para las familias de la zona al existir oferta suficiente”.
Leer también
