Principales consecuencias de abandonar los estudios

A pesar de que cada vez son más los jóvenes españoles que cursan estudios de Formación Profesional o Bachillerato, la tasa de abandono escolar prematuro -entre los jóvenes de 18 a 24 años- se sitúa …

A pesar de que cada vez son más los jóvenes españoles que cursan estudios de Formación Profesional o Bachillerato, la tasa de abandono escolar prematuro -entre los jóvenes de 18 a 24 años- se sitúa actualmente en el 13,6%. Un porcentaje esperanzador, ya que supone una reducción de diez puntos respecto a hace una década, cuando era del 23,6%, pero su tendencia a la baja debería continuar. Se ha comprobado que el abandono escolar tiene consecuencias a nivel individual y social que van más allá del ámbito académico, afectando la calidad de vida, la movilidad social y el progreso económico futuro de los jóvenes.

Si nos centramos en el entorno universitario, más del 33,2% de los estudiantes abandonan sus estudios de grado durante el primer año, aunque un 12,4% emprende estudios en otra titulación, es decir, cambia de carrera, lo que supone un abandono definitivo. del sistema universitario es del 20,8%, según datos del Sistema Integrado de Información Universitaria.

Cuanto mayor sea la nota de admisión a una carrera, menor será la probabilidad de
abandonar los estudios

En “Análisis del abandono de estudiantes de grado en las universidades presenciales en España”, María Fernández-Mellizo, catedrática de Sociología Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, señala diferentes factores que pueden explicar el abandono universitario, pero considera el rendimiento académico que es de crucial importancia. “El rendimiento del estudiante en el primer año, medido como el porcentaje de créditos superados sobre el total de estudiantes matriculados en el primer año, tiene un intenso impacto en la probabilidad de abandono de los estudios de grado”, afirma Fernández-Mellizo, que Significa que el principal riesgo de abandono se produce al inicio de los estudios cuando los resultados académicos no son buenos. «Sin embargo, hay que ser cautelosos con este resultado en caso de que la decisión de abandonar preceda al rendimiento, en el sentido de que un alumno que ya ha decidido abandonar no se esfuerza de cara a los exámenes», añade el autor de el informe.

También destaca que el nivel de deserción en las universidades no presenciales es mucho mayor que el de las universidades presenciales; 53% en el primero frente al 13% en el segundo. Y también se observa que cuanto mayor es la nota de acceso a la carrera, la probabilidad de abandono disminuye.

Ante esta realidad, Cristina Ortega, orientadora con más de treinta años de experiencia, considera fundamental que los estudiantes de secundaria estén informados sobre los planes de estudio de las carreras, la metodología utilizada tanto en el aula como en las evaluaciones, y las salidas profesionales. . “Actualmente, ya sea a través de puertas abiertas o a través de su página web, las universidades ofrecen mucha información sobre cada carrera y el estudiante puede hacerse una idea de lo que significa cursar estudios específicos. También recomiendo hablar con alumnos o antiguos alumnos, que pueden aportar un punto de vista más realista”, añade el experto.

¿Por qué seguir estudiando?

Impacto en el desarrollo personal
La educación no sólo proporciona conocimientos académicos, sino que también contribuye al desarrollo de habilidades sociales, de resolución de problemas y de pensamiento crítico.

Limita las oportunidades laborales
En muchos casos, completar la educación superior es un requisito básico para acceder a determinados empleos estables y bien remunerados.

Reproduce el ciclo de la pobreza
El abandono escolar puede contribuir a la reproducción intergeneracional de la pobreza. A las personas que abandonan la educación a menudo les resulta más difícil escapar de la pobreza y pueden transmitir esta situación a las generaciones futuras.

La persona se convierte en una carga para la sociedad. Las personas con menor nivel educativo pueden tener más dificultades para encontrar trabajo y tener una vivienda digna, lo que puede suponer un mayor gasto de la sociedad en programas de asistencia social, ayudas y una mayor incidencia de problemas de salud.

Genera mayor desigualdad social

El abandono escolar tiende a afectar a determinados grupos socioeconómicos, lo que contribuye a perpetuar las desigualdades, tanto sociales como económicas. Quienes abandonan la educación suelen tener menos oportunidades de mejorar sus circunstancias.

Causa menos innovación y desarrollo.

La educación superior mejora la innovación y el desarrollo en una sociedad. La pérdida de estudiantes en estos niveles limita las opciones de avanzar en áreas como la investigación científica y las tecnologías, entre otras.